jueves, 2 de abril de 2009

Etica

I Filosofía y Ética. 1
1.1 Definición de filosofía. 1
1.1 Ubicación de la ética como disciplina filosófica. 2
1.2 Definición de Ética. 2
1.3 Distinción entre ética y moral . 2
1.4 La ética como saber axiológico.( valores) 3
II. Fundamentos éticos. 4
2.1 Teoría Socrática. 4
2.2 Teoría de las ideas y ética de Platón. 6
2.3 Teoría Aristotélica de la ética, eudaimonía aristotélica. 7
2.4 San Agustín de Hipona y el orden moral. 8
2.5 El racionalismo de Descartes. 9
2.6 El empirismo de John Locke. 10
2.7 La filosofía moral y el formalismo Kantiano. 11
2.8 Pensamiento dialéctico de Federico Hegel. 12
2.9 Ética existencialista de Jean Paul Sartre. 12
2.9.1 La analítica existencial según I. Martín Heidegger. 14
III. Ética Profesional. 15
3.1 Definición de profesión y profesional. 15
3.2 Actitudes. 15
3.3 Normas morales. 16
IV. Ética en la administración. 17
4.1 Código de ética del administrador. 17
Decálogo de Ética del Administrador 18
4.2 Principios éticos. 19
4.2.1 Esfuerzo. 19
4.2.2 Corresponsabilidad. 19
4.2.3 Calidad. 19
4.2.4 Servicio. 20
4.2.5 Responsabilidad. 20
4.2.6 excelencia. 20
4.3 Perfil ideal del licenciado en administración de negocios. 20


Ética

I Filosofía y Ética.


1.1 Definición de filosofía.

La palabra Filosofía viene del griego filos y sofía. Filos es un derivado del verbo filein, que significa amar. Sofía quiere decir sabiduría. Por tanto, la Filosofía es el amor a la sabiduría. En la antigüedad griega se llamó filósofo a todo aquél que tenía afición o tendencia a los conocimientos más profundos acerca de la naturaleza, el hombre y Dios.
La filosofía se preocupa por toda la realidad, su interés abarca todo cuanto existe o puede existir. En cambio, las demás ciencias sólo se ocupan de terrenos limitados, se refieren con exclusividad a cierto grupo de seres. Debido a esto, son llamadas ciencias particulares.
La filosofía estudia todas las cosas, toda la realidad, todo ente (ente es todo lo que existe o puede llegar a existir), tanto lo material como lo espiritual, lo orgánico como lo inorgánico, lo mental y lo extramental, los seres naturales y los seres creados por el hombre (artefactos, cultura, etc)

http://www.thirdmill.org/files/spanish/65541~1_19_01_3-32-28_PM~Filos01.html


Ubicación de la ética como disciplina filosófica.

La filosofía se divide en varias ramas de estudio:
1. Ética. La Ética trata de valorar la bondad moral de la conducta humana. Su objeto es capital en la vida del hombre. Temas como la esencia de la obligación moral y su fundamento, la esencia del valor moral, la libertad, la ley, etc. forman parte de su campo de estudio.
2. Estética. Trata temas como la belleza, la esencia del arte, la creación artística.
3. Cosmología. Trata problemas capitales como la esencia de la materia, el fin y el origen del universo, la esencia del tiempo, el cambio, el orden, etc.
4. Ontología. Trata de la naturaleza del ser. Responde a preguntas como ¿Cuál es la esencia de la humanidad? ¿Qué es ser cristiano?
5. Axiología. Trata del valor de las cosas desde el punto de vista filosófico. Responde a preguntas como: ¿Qué es valioso? ¿Qué es importante?
6. Epistemología. Es el estudio del conocimiento. Responde a preguntas tales como: ¿Cómo conocemos? ¿Es posible conocer? etc.

http://www.thirdmill.org/files/spanish/65541~1_19_01_3-32-28_PM~Filos01.html
Definición de Ética.

Se conoce como ética a la rama de la filosofía que analiza y dictamina las acciones y procedimientos que se consideran buenos, correctos y generalmente aceptados.

http://www.abcpedia.com/diccionario/definicion-etica.html

Distinción entre ética y moral .
El uso de la palabra Ética y la palabra Moral está sujeto a diversos convencionalismos y que cada autor, época o corriente filosófica las utilizan de diversas maneras. Pero para poder distinguir será necesario nombrar las características de cada una de estas palabras así como sus semejanzas y diferencias.
1. Características de la Moral. La Moral es el hecho real que encontramos en todas las sociedades, es un conjunto de normas a saber que se transmiten de generación en generación, evolucionan a lo largo del tiempo y poseen fuertes diferencias con respecto a las normas de otra sociedad y de otra época histórica, estas normas se utilizan para orientar la conducta de los integrantes de esa sociedad.
2. Características de la Ética. Es el hecho real que se da en la mentalidad de algunas personas, es un conjunto de normas a saber, principio y razones que un sujeto ha realizado y establecido como una línea directriz de su propia conducta.
3. Semejanzas y Diferencias entre Ética y Moral. Los puntos en los que confluyen son los siguientes:
· En los dos casos se trata de normas, percepciones, deber ser.
· La Moral es un conjunto de normas que una sociedad se encarga de transmitir de generación en generación y la Ética es un conjunto de normas que un sujeto ha esclarecido y adoptado en su propia mentalidad.
Ahora los puntos en los que difieren son los siguientes:
· La Moral tiene una base social, es un conjunto de normas establecidas en el seno de una sociedad y como tal, ejerce una influencia muy poderosa en la conducta de cada uno de sus integrantes. En cambio la Ética surge como tal en la interioridad de una persona, como resultado de su propia reflexión y su propia elección.
· Una segunda diferencia es que la Moral es un conjunto de normas que actúan en la conducta desde el exterior o desde el inconsciente. En cambio la Ética influye en la conducta de una persona pero desde si misma conciencia y voluntad.
Una tercera diferencia es el carácter axiológico de la ética. En las normas morales impera el aspecto prescriptivo, legal, obligatorio, impositivo, coercitivo y punitivo. Es decir en las normas morales destaca la presión externa, en cambio en las normas éticas destaca la presión del valor captado y apreciado internamente como tal. El fundamento de la norma Ética es el valor, no el valor impuesto desde el exterior, sino el descubierto internamente en la reflexión de un sujeto.
http://www.campusdigital.com/blog/ciencias-sociales/diferencia-entre-etica-y-moral.aspx

La ética como saber axiológico.( valores)

La Axiología (< title="Idioma griego" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Idioma_griego">griego άξιος ['valioso'] + λόγος ['tratado']) o Filosofía de los valores, término empleado por primera vez por Wilbur Marshall Urban —Valuation: Its Nature and Laws, 1906— para designar la rama de la Filosofía que estudia la naturaleza de los valores y juicios valorativos.

Indica que se tiene que ingresar en el interior de cada uno de nosotros para poder descubrir la belleza que yace en nosotros o que en todo caso todavía no escapamos de ese oscuro mundo en el cual algunos nos encontramos sumergidos.

La axiología no sólo trata de los valores positivos, sino también de los valores negativos, analizando los principios que permiten considerar que algo es o no valioso, y considerando los fundamentos de tal juicio. La investigación de una teoría de los valores ha encontrado una aplicación especial en la ética y en la estética, ámbitos donde el concepto de valor posee una relevancia específica. Algunos filósofos como los alemanes Heinrich Rickert o Max Scheler han realizado diferentes propuestas para elaborar una jerarquía adecuada de los valores. En este sentido, puede hablarse de una ‘ética axiológica’, que fue desarrollada, principalmente, por el propio Scheler[ii] y Nicolai Hartmann[iii].

Desde el punto de vista ético, la axiología es una de las dos ramas principales de la Ética normativa [iv]junto con la deontología[v].

El estudio griego culmina con el desarrollo de un sistema de valores. Los valores pueden ser objetivos o subjetivos. Ejemplos de valores objetivos incluyen el bien, la verdad o la belleza, siendo finalidades ellos mismos. Se consideran valores subjetivos, en cambio, cuando estos representan un medio para llegar a un fin (en la mayoría de los casos caracterizados por un deseo personal). Además, los valores pueden ser fijos (permanentes) o dinámicos (cambiantes). Los valores también pueden diferenciarse a base de su grado de importancia y pueden ser conceptualizados en términos de una jerarquía, en cuyo caso algunos poseerán una posición más alta que otros.


http://personal.telefonica.terra.es/web/axiologia/


II. Fundamentos éticos.

2.1 Teoría Socrática.

1.
Sócrates no escribió nada y, a pesar de haber tenido numerosos seguidores, nunca creó una escuela filosófica. Las llamadas escuelas socráticas fueron iniciativa de sus seguidores. Acerca de su actividad filosófica nos han llegado diversos testimonios, contradictorios entre ellos, como los de Jenofonte, Aristófanes o Platón, que suscitan el llamado problema socrático, es decir la fijación de la auténtica personalidad de Sócrates y del contenido de sus enseñanzas. Si creemos a Jenofonte, a Sócrates le interesaba fundamentalmente la formación de hombres de bien, con lo que su actividad filosófica quedaría reducida a la de un moralista práctico: el interés por las cuestiones lógicas o metafísicas sería algo completamente ajeno a Sócrates. Poco riguroso se considera el retrato que hace Aristófanes de Sócrates en "Las nubes", donde aparece como un sofista jocoso y burlesco, y que no merece mayor consideración.
2.
Más problemas plantea la interpretación del Sócrates platónico: ¿Responden las teorías puestas en boca de Sócrates en los diálogos platónicos al personaje histórico, o al pensamiento de Platón? La posición tradicional es que Platón puso en boca de Sócrates sus propias teorías en buena parte de los diálogos llamados de transición y en los de madurez, aceptándose que los diálogos de juventud reproducen el pensamiento socrático. Esta posición se vería apoyada por los comentarios de Aristóteles sobre la relación entre Sócrates y Platón, quien afirma claramente que Sócrates no "separó" las Formas, lo que nos ofrece bastante credibilidad, dado que Aristóteles permaneció veinte años en la Academia.
3.
El rechazo del relativismo de los sofistas llevó a Sócrates a la búsqueda de la definición universal, que pretendía alcanzar mediante un método inductivo; probablemente la búsqueda de dicha definición universal no tenía una intención puramente teórica, sino más bien práctica. Tenemos aquí los elementos fundamentales del pensamiento socrático..
4.
Los sofistas habían afirmado el relativismo gnoseológico y moral. Sócrates criticará ese relativismo, convencido de que los ejemplos concretos encierran un elemento común respecto al cual esos ejemplos tienen un significado. Si decimos de un acto que es "bueno" será porque tenemos alguna noción de "lo que es" bueno; si no tuviéramos esa noción, ni siquiera podríamos decir que es bueno para nosotros pues, ¿cómo lo sabríamos? Lo mismo ocurre en el caso de la virtud, de la justicia o de cualquier otro concepto moral. Para el relativismo estos conceptos no son susceptibles de una definición universal: son el resultado de una convención, lo que hace que lo justo en una ciudad pueda no serlo en otra. Sócrates, por el contrario, está convencido de que lo justo ha de ser lo mismo en todas las ciudades, y que su definición ha de valer universalmente. La búsqueda de la definición universal se presenta, pues, como la solución del problema moral y la superación del relativismo.

5.
¿Cómo proceder a esa búsqueda? Sócrates desarrolla un método práctico basado en el diálogo, en la conversación, la "dialéctica", en el que a través del razonamiento inductivo se podría esperar alcanzar la definición universal de los términos objeto de investigación. Dicho método constaba de dos fases: la ironía y la mayéutica. En la primera fase el objetivo fundamental es, a través del análisis práctico de definiciones concretas, reconocer nuestra ignorancia, nuestro desconocimiento de la definición que estamos buscando. Sólo reconocida nuestra ignorancia estamos en condiciones de buscar la verdad. La segunda fase consistiría propiamente en la búsqueda de esa verdad, de esa definición universal, ese modelo de referencia para todos nuestros juicios morales. La dialéctica socrática irá progresando desde definiciones más incompletas o menos adecuadas a definiciones más completas o más adecuadas, hasta alcanzar la definición universal. Lo cierto es que en los diálogos socráticos de Platón no se llega nunca a alcanzar esa definición universal, por lo que es posible que la dialéctica socrática hubiera podido ser vista por algunos como algo irritante, desconcertante o incluso humillante para aquellos cuya ignorancia quedaba de manifiesto, sin llegar realmente a alcanzar esa presunta definición universal que se buscaba.
6.
Esa verdad que se buscaba ¿Era de carácter teórico, pura especulación o era de carácter práctico? Todo parece indicar que la intencionalidad de Sócrates era práctica: descubrir aquel conocimiento que sirviera para vivir, es decir, determinar los verdaderos valores a realizar. En este sentido es llamada la ética socrática "intelectualista": el conocimiento se busca estrictamente como un medio para la acción. De modo que si conociéramos lo "Bueno", no podríamos dejar de actuar conforme a él; la falta de virtud en nuestras acciones será identificada pues con la ignorancia, y la virtud con el saber.
7.
En el año 399 Sócrates, que se había negado a colaborar con el régimen de los Treinta Tiranos, se vio envuelto en un juicio en plena reinstauración de la democracia bajo la doble acusación de "no honrar a los dioses que honra la ciudad" y "corromper a la juventud". Al parecer dicha acusación, formulada por Melitos, fue instigada por Anitos, uno de los dirigentes de la democracia restaurada. Condenado a muerte por una mayoría de 60 o 65 votos, se negó a marcharse voluntariamente al destierro o a aceptar la evasión que le preparaban sus amigos, afirmando que tal proceder sería contrario a las leyes de la ciudad, y a sus principios. El día fijado bebió la cicuta.

http://www.webdianoia.com/presocrat/socrates.htm


2.2 Teoría de las ideas y ética de Platón.

A diferencia del pensamiento cristiano (que también acepta lo absoluto identificándolo con Dios) el absoluto al que se refiere Platón no tiene carácter personal. Platón consideró que la realidad se divide en dos grandes géneros: el Mundo Sensible (también emplea con frecuencia la expresión “mundo visible”) y el Mundo Inteligible o Mundo de las Ideas. Lo absoluto al que él se refiere es precisamente este último ámbito de realidad. El Mundo Sensible es el conjunto de entidades que se ofrecen a los sentidos, realidades particulares, cambiantes, múltiples, que nacen, duran y mueren y se captan con los sentidos. El Mundo Inteligible o Mundo de las Ideas está poblado por entidades absolutas, universales, independientes, eternas, inmutables; entidades que están más allá del tiempo y del espacio, y que se conocen mediante la parte más excelente del alma, la racional. En este segundo ámbito la realidad más valiosa la constituye la Idea del Bien (que para muchos autores Platón identifica con Dios).
La tarea de la filosofía consiste en ascender desde el Mundo Sensible al Mundo de las Ideas y en éste contemplar la Idea de Bien (por eso Platón define la filosofía como “una ascensión al ser”). Esta teoría es fundamentalmente una teoría ontológica pero tiene claras repercusiones en otros ámbitos como la antropología, la teoría del conocimiento, la ética y la política.
Aunque algunos autores señalan la influencia de elementos religiosos como los pitagóricos o la motivación política para explicar porqué Platón postuló dicha teoría, no hay que olvidar que la motivación más importante es de carácter filosófico y tiene que ver con, al menos, los siguientes argumentos:
I. La crítica al conocimiento sensible y al relativismo elaborada por Platón en el diálogo “Teetetos” .
En el este diálogo muestra que el conocimiento no puede referirse a lo que se ofrece a los sentidos o cosas sensibles pues dichas cosas conducen al relativismo y el relativismo al absurdo; por ello es preciso suponer que el conocimiento estricto o absoluto necesita referirse a entidades absolutas a las que llamará Ideas; en muchas ocasiones Platón dice que la única alternativa al relativismo es su Teoría de las Ideas.
II. El uso del lenguaje y el problema de la referencia de los términos universales.
Según Platón, términos universales como los nombres comunes (“mesa”, “casa”...), los adjetivos (“bueno”, “bello”...) o los sustantivos abstractos (“virtud”, “belleza”, “bien”...) no se refieren directamente a las cosas individuales que se ofrecen a los sentidos (esta mesa concreta, este hombre concreto, este cuadro bello concreto...) sino a entidades universales como la Belleza, el Bien, el Hombre... Estas entidades o Formas son lo que tradicionalmente se denominan esencias de las cosas pero, desde su punto de vista, separadas de las cosas individuales, las cuales participan o imitan a dichas Formas (la mesa concreta es mesa porque de algún modo participa de la Idea de Mesa...); Aristóteles llamará a esta prueba argumento del “uno sobre muchos”.
III. La posibilidad del conocimiento científico.
En el diálogo “Crátilo” Platón parte de la existencia del conocimiento para demostrar la existencia de objetos no sensibles e inmutables. Aristóteles llamará más tarde “argumento desde las ciencias” a esta demostración y se puede resumir del siguiente modo:
A. las cosas sensibles están en continuo cambio;B. la ciencia no puede hacerse de lo que está en continuo cambio;C. luego la ciencia no se puede referir a las cosas sensibles sino a entidades que no cambian (entidades que Platón llamará “Ideas o Formas”).
Brevemente, Platón consideró que el conocimiento absoluto (como el que de hecho poseemos en las matemáticas) sólo se puede alcanzar si existen entidades absolutas, y éstas son las Ideas.
http://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Filosofiagriega/Platon/TeoriadelasIdeas.htm

2.3 Teoría Aristotélica de la ética, eudaimonía aristotélica.

Con respecto a la ética Aristóteles propone que todo lo que conduce al hombre a su propio bien y al logro de sus verdaderos fines es una acción buena y todo lo que lo desvía de ese objetivo es una acción mala.
Existen distintas clases de bienes; y según la actividad que realice cada uno será el bien que desea conseguir. Y también diferentes fines, que pueden ser parciales y que están subordinados a otros de carácter último.
Por ejemplo un médico que cura una herida como fin inmediato para recuperar la salud del enfermo como fin último.
Aristóteles trata de explicar el Bien como fin último. Para ello cree necesario remitirse a la ciencia ética individual y luego a la ciencia ética política.
El objeto de la ética individual o moral, son las obras humanas y se parte de los juicios morales para establecer principios generales, con el supuesto que existen en el hombre tendencias naturales innatas hacia la armonía, la coherencia y el equilibrio, sabiduría que constituye la base de la ética natural.
Por lo tanto para Aristóteles existe una naturaleza humana, una forma “a priori” de ser del hombre con valores absolutos.
Para Aristóteles la felicidad es el fin al que aspira todo hombre, relacionada con la actividad virtuosa no transitoria sino durante toda la vida, entendiendo por virtudes la moral y el intelecto, reconociendo que para lograrlo es necesario contar con medios externos.
Para ser bueno, dice Aristóteles, se necesita desarrollar un buen carácter, el cual se desarrolla por medio del accionar virtuoso, ya que el hombre tiene ya una predisposición habitual hacia la virtud.
El accionar virtuoso crea un hábito y a medida que avanza la educación el hombre se puede dar cuenta que esa actitud le reporta únicamente beneficios, por lo tanto la adopta para siempre y así de esa manera se convertirá en un virtuoso moral.
La virtud tiene que encontrar su justo medio, ni caer en excesos ni en defectos.
La virtud es la disposición a elegir en base a las reglas del hombre virtuoso, con capacidad de discernimiento moral al tomar decisiones, o sea que posea la sabiduría práctica esencial para saber que es lo que tiene que hacer según las circunstancias.
Para Aristóteles, el hombre prudente es aquel que pueda ver el bien del hombre en todas las circunstancias.
La virtud no es extremista, constituye una síntesis entre los opuestos. Ni tan malo ni tan bueno. Es en la síntesis donde disminuye la parte peligrosa de los valores absolutos.

http://filosofia.laguia2000.com/filosofia-griega/aristoteles-y-la-etica

2.4 San Agustín de Hipona y el orden moral.

La ética agustiniana, aunque inspirada directamente por los ideales morales del cristianismo, aceptará elementos procedentes del platonismo y del estoicismo, que encontramos también en otros aspectos de su pensamiento. Así, compartirá con ellos la conquista de la felicidad como el objetivo o fín último de la conducta humana; este fin será inalcanzable en esta vida, dado el caracter trascendente de la naturaleza humana, dotada de un alma inmortal, por lo que sólo podrá ser alcanzado en la otra vida.
Hay aquí una clara similitud con el platonismo, mediante la asociación de la idea de Bien con la de Dios, pero prevalece la inspiración cristiana al considerar que la felicidad consistiría en la visión beatífica de Dios, de la gozarían los bienaventurados en el cielo, tras la práctica de la virtud. Además, hay que tener en cuenta que es necesaria la gracia de Dios para poder alcanzar tal objetivo, lo que hace imposible considerar la salvación como el simple efecto de la práctica de la virtud, (entre otras cosas por la imperfección de la naturaleza humana que supone el pecado original), y planteará no pocos problemas teológicos, recurrentes a lo largo de la historia del cristianismo.
Respecto al problema de la existencia del mal en el mundo (si Dios es la suma Bondad ¿por qué lo permite?) la solución se alejará del platonismo, para quien el mal era asimilado a la ignorancia, tanto como del maniqueismo, para quien el mal era una cierta forma de ser que se oponía al bien; para San Agustín el mal no es una forma de ser, sino su privación; no es algo positivo, sino negativo: carencia de ser, no-ser. Todo lo creado es bueno, ya que el ser y el bien se identifican.
En cuanto a la sociedad y la política, San Agustín expone sus reflexiones en La ciudad de Dios, obra escrita a raíz de la caída de Roma en manos de Alarico y de la desmembración del imperio romano. Los paganos habían culpado a los cristianos de tal desastre, argumentando que el abandono de los dioses tradicionales en favor del cristianismo, convertido desde hacía tiempo en la religión del imperio, había sido la causa de la pérdida del poder de Roma y de su posteiror destrucción. En esa obra San Agustín ensaya una explicación histórica para tales hechos partiendo de la concepción de la historia como el resultado de la lucha de dos ciudades, la del Bien y la del Mal, la de Dios y la terrenal, de la luz y de las tinieblas.
La ciudad de Dios la componen cuantos siguen su palabra, los creyentes; la terrenal, los que no creen. Esa lucha continuará hasta el final de los tiempos, en que la ciudad de Dios triunfará sobre la terrenal, apoyándose San Agustín en los textos sagrados del Apocalipsis para defender su postura. De hecho, la oposición señalada será utilizada posteriormente para defender la prioridad de la Iglesia sobre los poderes políticos, exigiendo su sumisión, lo que ocurrirá en la alta edad media. Asegurada esa dependencia, San Agustín aceptará que la sociedad es necesaria al individuo, aunque no sea un bien perfecto; sus instituciones, como la familia, se derivan de la naturaleza humana, siguiendo la teoría de la sociabilidad natural de Aristóteles, y el poder de los gobernantes procede directamente de Dios.

http://www.webdianoia.com/medieval/agustin/agustin_filo.htm

2.5 El racionalismo de Descartes.

¿Podemos alcanzar algún conocimiento absolutamente indubitable y evidente? El individuo en soledad, en la casi desesperada tarea de encontrar un suelo firme en el que hacer descansar sus convicciones. Esta es la pretensión de la filosofía de René Descartes. El resultado de este afán se concentra en la frase "pienso, luego existo". Con ella Descartes expresa el descubrimiento de una verdad incuestionable, pero también un ámbito nuevo de lo real: la subjetividad individual autoconsciente. Descartes inaugura una nueva época: la Modernidad, con sus pretensiones revolucionarias de autonomía de la Razón.
¿Como debe ser un sujeto capaz de acoger la verdad plena? Responde Descartes: no un cuerpo, sí una mente, una substancia no extensa, transparente a su propia mirada, sin recovecos ni honduras. Pero esta nueva realidad la alcanza Descartes mediante la "duda metódica", que inevitablemente lleva a "perder el mundo". La soledad radical (solipsismo) es inaceptable, pero ¿qué hacer para "salir" de la propia mente hacia lo otro (la Naturaleza, las otras personas...). Aquí ya no valdrá la inmanencia como fundamento de la certeza, será Dios el garante de este salto que supone volver al mundo perdido pero imprescindible.
Toda la filosofía moderna se desenvuelve en este nuevo escenario al que nos forzó Descartes: la mente descubriéndose a sí misma y justificando mediante la acción de su propio pensamiento el conocimiento y el ser. Pero todo ello desde la fragilidad: ¿y si los mecanismos de la acción del conocer descansaran más en lo sensorial que en lo racional (Hume), o no fuese posible trascender la propia subjetividad (Kant), o si el sujeto que realmente protagoniza la verdad no fuera el individuo concreto o empírico sino El Ser mismo (Hegel)? Más aún: ¿y si ya no pudiéramos confiar en modo alguno en el garante último del conocimiento, en Dios (Nietzsche)?

http://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Filosofiamedievalymoderna/Descartes/Principal-Descartes.htm

2.6 El empirismo de John Locke.

Locke es considerado como el fundador del empirismo, la doctrina que postula que todo el conocimiento (con la posible excepción de la lógica y las matemáticas) se deriva de la experiencia. Por consiguiente, se opone radicalmente a Platón, a los filósofos escolásticos y sobre todo a Descartes, al afirmar que no existen ideas o principios generales intuitivos o a priori. Locke dice:
“Supongamos entonces que la mente sea, como decimos, papel blanco, ausente de todos los símbolos y de todas las ideas; ¿cómo es que se llena de ellos? ¿De dónde le llega esa inmensa colección que la activa e ilimitada inclinación humana ha pintado en ella con una variedad casi infinita? A esto contesto con una sola palabra: de la experiencia, en la que se funda todo nuestro conocimiento y de la que, en última instancia, todo él se deriva”.
Nuestras ideas provienen de dos fuentes distintas, las sensaciones y la percepción de la operación de nuestra mente. Si sólo somos capaces de pensar con nuestras ideas, y todas las ideas provienen de la experiencia, es evidente que ninguna parte del conocimiento antecede a la experiencia. Pero una vez recibidas las sensaciones, la mente hace muchas cosas más con ellas que simplemente registrarlas: las analiza, las compara, las combina para formar ideas más complejas, las integra para construir conceptos más elaborados. Pero de todos modos, la percepción es el primer paso en el conocimiento. El empirismo parece obvio hoy, pero en el siglo XVI la opinión que prevalecía era que la mente podía conocer toda clase de cosas a priori, por lo que la postura de Locke era una doctrina nueva y revolucionaria. Con la filosofía empírica Locke intentó apoyar al mecanicismo de su tiempo y al principio de la causalidad; con relación al mecanicismo, aunque adoptó diversas formas, todas tenían en común la creencia de que existe un mundo de átomos o corpúsculos que subyace al mundo visible y cuyas interacciones y colisiones, así como sus atributos intrínsecos, explican los fenómenos de la experiencia cotidiana. Locke sostuvo que las cualidades primarias de los objetos (solidez, extensión, forma, movimiento o reposo y número) no sólo se percibían directamente a través de los sentidos sino que además eran las responsables de producir las sensaciones de las cualidades secundarias, como olor, sabor, color y otras. Además, estas cualidades primarias percibidas en los objetos existen porque sus componentes invisibles (átomos o corpúsculos) también las poseen, aunque nosotros no podemos apreciarlas directamente; además, como los átomos de un objeto pueden interactuar con los de otro objeto, alterando la capacidad de éstos para incidir en nuestros sentidos, resulta muy difícil o imposible imaginar la manera como los átomos producen sensaciones. De hecho, Locke señala que tal conocimiento sólo podrá alcanzarse por revelación divina.

http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen3/ciencia3/161/html/sec_22.html
2.7 La filosofía moral y el formalismo Kantiano.

La actitud de Kant frente a la problemática metafísica es por cierto, algo ambigua en tanto afirma por un lado que no conocemos ni podemos conocer el absoluto (puesto que el conocimiento humano se limita a la experiencia) pero, al mismo tiempo, considera al hombre un ente dotado de razón, facultad de lo incondicionado, de manera tal que la metafísica es considerada una necesidad natural en el hombre. El hombre no puede ser indiferente a la problemática metafísica, tal es la razón por la cual siempre tomamos alguna posición al respecto.
Kant busca resolver esta aparente contradicción, pero no en el plano gnoseológico sino en el mo ral, en el campo de la razón práctica (es decir, la razón en tanto determina la acción del hombre).
Si bien no podemos alcanzar el absoluto, sí tenemos cierto acceso a algo que se le acerca. Este contacto de aproximación se da en la conciencia moral, o la conciencia del bien y del mal, lo justo y lo injusto, lo que debemos hacer y lo que no debemos hacer. La conciencia moral, es para Kant, la presencia de lo absoluto o al menos, parte del absoluto en el hombre.
La conciencia moral manda de modo absoluto, ordena de modo incondicionado, nos dice: "me conviene ser amable con él porque así evitaré problemas", este sería un criterio de conveniencia. La conciencia moral dirá: "debo ser amable con el porque es mi deber tratar bien a la gente" y no importa si ello me cuesta la vida, la fortuna, o lo que fuere, el mandato de la conciencia no está condicionado por las circunstancias. Puede suceder que uno no cumpla con su deber, pero eso no le quita autoridad al mandato absoluto. El deber no supone conveniencias, satisfacciones o estrategias, es un fin en sí mismo.
La conciencia moral es entonces la conciencia de una exigencia absoluta que no se explica y que no tienen sentido alguno desde el punto de vista de los fenómenos de la naturaleza. En la naturaleza no hay deber sino tan solo suceder, una piedra no "debe" caer, simplemente, "cae".
Mientras que en la naturaleza todo se encuentra condicionado por las leyes de la causalidad en la conciencia moral rige un imperativo que no conoce condiciones, un imperativo categórico. La conciencia moral dice 'no mentirás' ssin condicionar en modo alguno el mandamiento, no establece circunstancias particulares bajo las cuales la ley tiene validez o no, el mandanto es siempre absolutamente válido, de otra forma, no sería una exigencia moral.
Kant diferencia el imperativo categórico del imperativo hipotético. En este último, el mandato se halla condicionado o reducido a una circunstancia determinada: 'si quiero ganar su confianza, no debo mentir' porque si no es importante para mí ganar su confianza, mentir o no mentir, deja de ser un mandato.
El valor moral de una acción, no reside en aquello que se quiere lograr, no depende de la realización del objeto de la acción, sino que consiste única y exclusivamente en el principio por el cual ésta se realiza, alejando la influencia de cualquier deseo.
El principio por el cual se realiza un acto es llamado por Kant, 'máxima' de la acción, es decir, el principio o fundamento subjetivo del acto, el principio que de hecho me lleva a obrar.
En esta línea, Kant formula el imperativo categórico:
Obra según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne ley universal
De esta forma, obraremos moralmente solo cuando podamos desear que nuestro deseo sea válido para todos. Así, lo que se pretende es eliminar las excepciones, siendo igualmente válida para todas las personas.
http://filosofia.idoneos.com/index.php/340982

2.8 Pensamiento dialéctico de Federico Hegel.

La dialéctica como ontología, implica una concepción de la realidad en proceso circular de tres momentos cuyo motor es la contradicción. El ser infinito es pues, una totalidad ya que nada está aislado y todo está en relación. Pero se trata de una relación de oposición y no de indentidad.
Los tres momentos de proceso dialéctico son:
Primer momento: Tesis. Posición. Inmediatez. Indeterminación. Estar en sí. (an sich)
Segundo momento: Antítesis. Negación o contradicción. Mediación. (Vermittlung). Determinación. Ser para sí (f[ur sich) es decir, objetivación. Podría añadirse alienación.
Tercer momento: Síntesis. Negación de la negación y superación (aufhebung)
La dialéctica como método, consiste en descubrir y seguir racionalmente en movientio de la Idea, de modo que la razón y la realidad expresen su verdadera coincidencia. Hegel, en efecto, propone una nueva lógica diferente a la forma aristotélica que está basada en el principio de identidad.

http://dialectica.idoneos.com/index.php/343351

2.9 Ética existencialista de Jean Paul Sartre.

Jean Paul Sartre es el representante más notable del existencialismo ateo. Su postura basada en la responsabilidad del hombre sobre sus actos, independientemente de la existencia o no existencia de Dios, está reflejada en un pequeño libro titulado “El Existencialismo es un Humanismo” donde muestra los conceptos básicos de su pensamiento.
Lo que tienen en común, tanto el existencialismo ateo como el cristiano, (Jaspers, Gabriel Marcel) es simplemente que consideran que la existencia precede a la esencia.
Es decir que el hombre primero existe, es lanzado al mundo siendo nada, y luego se va haciendo a si mismo existiendo, y sólo se llega a definir en la lápida.
El existencialismo de Sartre, afirma que el hombre comienza por existir y sólo después será tal como se haya hecho, porque el hombre no será otra cosa más que eso. Es ante todo un proyecto y es responsable de lo que es.
El primer paso del existencialismo es poner en el hombre la total responsabilidad de su existencia y la de todos los demás. Porque al elegirse a si mismo está creando también una imagen del hombre tal como considera que debe ser.
Así, su responsabilidad es mucho mayor de lo que podríamos suponer, porque lo compromete a él y también a toda la humanidad.
Eligiéndose, elije a todos los hombres, porque con sus acciones está habilitando a todos los demás a hacer lo mismo.
Esta responsabilidad de elegirse a cada instante es el origen de la angustia y del desamparo porque no tiene excusas, ya que es libre para elegir sus actos.
El existencialismo no cree en el poder de la pasión para que el hombre justifique sus actos, porque también es responsable de su pasión, y la pasión no es una excusa.
Como para Sartre no existe una moral “a priori”, afirma que cuando se está frente a una encrucijada no se tiene a nadie y sólo se puede fiar en los propios instintos. No se puede guiar uno ni por los sentimientos, ni tampoco se pueden pedir consejos; porque los sentimientos los construye uno mismo con los actos y porque siempre se elige al consejero, que ya se sabe de antemano qué va a aconsejar.
Elegir es inventar, dice Sartre, porque ninguna moral general puede indicar lo que hay que hacer. El hombre debe comprometerse y luego actuar sin esperanza, y sin ilusionarse, hará lo que pueda. Lo que no puede es no elegir porque aunque no elija, está eligiendo no elegir.
Un hombre que se compromete en la vida, dibuja su figura con sus actos y fuera de eso no hay nada. El cobarde no nace cobarde, se define a partir del acto que realiza, lo mismo ocurre con el héroe.
Sartre sostiene que “Pienso luego soy” es la verdad absoluta de la conciencia y que eligiendo se construye lo universal.
El hombre elige su moral. Todo hombre que inventa un determinismo es un hombre de mala fe. La mala fe es un error, es la mentira de la falta de compromiso. Porque cuando se elige de buena fe es para siempre. La actitud de estricta coherencia de los actos es la actitud de buena fe.
Los actos de los hombres de buena fe tienen como última significación la búsqueda de la libertad como tal y están obligados a querer, al mismo tiempo que su libertad, la libertad de los demás.
La vida no es nada, les corresponde a los hombres darle un sentido; y el valor de la vida no es otra cosa que ese sentido que eligen.
Aunque Dios existiera todo esto no cambiaría porque es necesario que el hombre se encuentre a sí mismo y se convenza de que nada puede salvarlo de si mismo.
Esta postura, considerada pesimista, es sin embargo profundamente ética. El Existencialismo ateo es un movimiento de post guerra, que surge cuando la gente comienza a integrarse a la sociedad, que devastada por las pérdidas, se atreve a cuestionar los antiguos valores y creencias.
La Psicoterapia con orientación existencial le da una oportunidad a todos. Parte de la base de que la vida comienza en el aquí y ahora, porque el hombre nunca se puede definir sin importar lo que haya sido. Hoy es el principio del resto de la vida y se puede alcanzar cualquier objetivo existiendo.
http://psicologia.laguia2000.com/general/el-existencialismo-de-jean-paul-sartre

2.9.1 La analítica existencial según I. Martín Heidegger.

En sus últimas obras Heidegger realiza una inversión respecto al existencialismo anterior en tanto modifica la relación entre el hombre (un "ente") y el ser. Se trata de pensar todo ente, desde el ser y ya no, desde el ente humano. Esto supone una transformación del humanismo occidental porque el ente humano debe pasar a vivir en la "verdad del ser" porque no tiene por qué ser "señor del ente" sino tan solo "pastor del ente". Esta metáfora encierra una profunda interpretación de la historia.
El señor del ente
El fracaso de la metafísica occidental: La metafísica occidental piensa el ser del ente, pero no piensa la diferencia entre los dos. La metafísica no pregunta por la verdad misma del ser, por lo tanto, tampoco se pregunta de qué modo pertenece la esencia del hombre a la verdad del ser. No se advierte pues la diferencia ontológica entre el ser y el ente. En segundo lugar, tampoco puede la metafísica occidental comprender la verdad de ser y por lo tanto triunfa el subjetivismo.
Las consecuencias del olvido del ser, transforman a los entes en "objetos" para el "sujeto" humano, que ya no aspirará a humanizarlos sino a dominarlos. Se impone así una interpretación técnica del pensar, una razón técnica en la que los entes ya ni siquiera son objetos sino tan solo "material de trabajo".
Así, Heidegger se propone una superación de la metafísica.
El pastor del ser
Hay que colocar al hombre en la claridad del ser. Así, Heidegger utilizará el término ec-sistencia (ek-sistenz) para indicar que el hombre debe vivir extáticamente fuera de sí en la verdad del ser. Ya no es el hombre el que hace proyectos lanzándose a sí mismo hacia el futuro sino que el mismo es el que es lanzado en medio de la claridad del ser para que lo custodie. Entones, el "señor del ente" debe transformarse en el "pastor del ser".
En síntesis, Heidegger no responde qué es el ser, pero para él, la pregunta importante es otra, esto es, cuáles fueron las consecuencias del olvido del ser.
http://filosofia.idoneos.com/index.php/351473

III. Ética Profesional.

3.1 Definición de profesión y profesional.

Una profesión es una acción o función que se desempeña para ganar el sustento, llámese sustento económico o sustento vital.

Un profesional es toda aquella persona que puede brindar un servicio o elaborar un bien, garantizando el resultado con calidad determinada. Puede ser una persona con un título universitario o técnico para el caso de las disciplinas de la ciencia y las artes, puede ser un técnico en cualquiera de los campos de aplicación de la tecnología, o puede ser una persona con un oficio determinado. Sin embargo una persona puede ser profesional por el hecho de obtener experiencia y calidad en su trabajo, la cual se gana con trabajo arduo; pero no por eso se dira que sea un profesionista.

http://es.wikipedia.org/wiki/Profesional

3.2 Actitudes.

Existen numerosas definiciones sobre qué se entiende científicamente por actitud, y no todas ellas son coincidentes. Algo lógico y natural si consideramos que la psicología ha atravesado fases muy diferenciadas desde finales del siglo XIX, y que unas escuelas han tendido a minusvalorar o negar los resultados de otras.
En términos generales, las definiciones más coincidentes (dejando a un lado las radicales de tendencia conductista) vienen a determinar cuatro campos propios de las actitudes.
Poseen una orientación definida en el mundo de los valores
No son rutinas o conductas automáticas
Varían en intensidad; pueden predominar o pasar inadvertidas
Tienen relación con la experiencia de los sujetos
Dos definiciones claras y modernas son las siguientes:
M. Rokeach (1968): Una organización relativamente estable de creencias acerca de un objeto o situación que predispone al sujeto para responder preferentemente en un determinado sentido.
H.C. Triandis (1971): Una idea cargada de emotividad que predispone a una clase de acciones ante una clase particular de situaciones sociales.
Según los expertos, existen cinco dimensiones en las actitudes:
Según el locus: se trata de estados mentales y neurales con planos que influyen en la motivación, las emociones, la percepción y las facultades cognitivas.En educación esto tiene importancia ya que generalmente se aprenden mejor aquellas cosas relacionadas con actitudes positivas y afirmativas del alumno.
Según la respuesta o la disposición a responder: la escuela conductista, hasta los años 60 / 70, proponía la respuesta real como valor de la actitud; en la actualidad se entiende que la actitud existe aunque la respuesta no se produzca.
Según la organización de las actitudes: esto supone que hay una coherencia o falta de coherencia entre las diversas actitudes de cada persona respecto a objetos o temas diversos, y que esta coherencia / incoherencia puede deberse a la presencia o ausencia de valores o elementos discretos en la composición de las actitudes.
Según son aprendidas por experiencia: aunque no faltan autores que tienen una visión innatista o genetista de las actitudes, en términos generales se entiende que las actitudes se asumen experimentalmente y que, por esta vía, pueden modificarse o manipularse.
Según ejerzan una función cognitiva o emocional: las actitudes, incluso las neutras, implican a las funciones superiores de la mente y afectan los procesos de aprendizaje y relación social.

http://web.archive.org/web/20060501223114/http:/www.juanval.net/actitudes_aula.htm

3.3 Normas morales.
Las normas éticas y las normas morales no son conmensurables. Esto no quiere decir que tengamos que contar con una contradicción mutua permanente. La misma inconmensurabilidad, que se manifiesta unas veces como complementariedad, toma otras veces la forma del conflicto. Y no de un mero conflicto entre «significaciones» (de un «conflicto semántico») sino de un conflicto entre personas o instituciones. Podemos dar por cierto, por ejemplo, que la obligación del servicio de armas deriva de una norma moral (ya sea de la «moral» propia de un grupo terrorista, ya sea de la moral propia de una sociedad política); una norma no caprichosa, sino ligada internamente a la misma posibilidad de pervivencia de ese grupo o de esa sociedad política. Pero también damos por cierto que esta obligación moral (o política) –puesto que las armas sólo tienen sentido como instrumentos de destrucción de la vida–, entra en conflicto frontal con la norma ética fundamental expresada en nuestra tradición, por medio del quinto mandamiento: «no matarás.» La resistencia al servicio de armas (la llamada «objeción de conciencia» al servicio militar) tiene, desde este punto de vista, un innegable fundamento ético que está envuelto en ideologías teológicas o metafísicas. Hay que tener en cuenta también que para que la resistencia al servicio de armas tenga un significado ético no puede limitarse a la objeción personal (individual) de conciencia (que pretende evitar para uno mismo el servicio militar, apelando a la propia objeción de conciencia como pudiera apelar a tener los pies planos) sino que tiene que extenderse a todo tipo de servicio militar, y no podrá darse por satisfecha hasta que el Estado hubiese derogado la norma del servicio militar obligatorio, a cambio de constituir un «ejército profesional». La «resistencia ética al servicio de armas» tendrá que enfrentarse también contra cualquier proyecto de ejército profesional, porque los soldados que se inscriban en sus filas, no por hacerlo «por voluntad propia» dejarán de atentar contra el principio ético fundamental. Pero esto no quiere decir que la conducta de todo aquel que obedece a las normas del servicio militar obligatorio (o la de quien sienta plaza, como voluntario, en un ejército profesional), sea un in-moral. No cabe concluir, por tanto, que el que resiste al servicio militar de armas es «bueno» y el que se llega a él es «malo»; o que quien no formula la objeción de conciencia, carece de «conciencia moral». Se trata de un caso de conflicto frontal entre ética y moral: las justificaciones morales (o políticas) podrán ser impugnadas «desde la ética», tanto como las justificaciones éticas podrán ser impugnadas (como utópicas o místicas) desde la moral. Cada cual tendrá que decidir, en cada caso, según su sindéresis, el partido por el que opta, y el grado de tolerancia que puede soportar respecto del partido contrario.
La dialéctica interna a las virtudes éticas habrá que ponerla en la contradicción entre la universalidad del individuo corpóreo y la particularidad de las existencias. En este sentido, las virtudes éticas (aunque formalmente traspasan las fronteras de sexo, raza, religión), de hecho sólo se ejercen normalmente en círculos muy reducidos de individuos, en grupos cuasifamiliares, degenerando su alcance transcendental. Dice el Antiguo Testamento: «a un extraño puedes prestarle con usura, pero no a tu hermano.» Es decir: es más frecuente la conducta ética con el prójimo que la conducta ética con el extraño. Podría decirse que la ética comienza por los grupos familiares, pero que sólo llega a ser transcendental a todos los hombres en la medida en que los individuos de los grupos originarios puedan comenzar a ser tratados (a consecuencia de experiencias sociales e individuales muy precisas) como individuos universales. El mal ético por excelencia es el asesinato (aunque, a veces, la muerte provocada o no impedida de otro pueda considerarse como una virtud ética, en ciertos casos de eutanasia). Pero también son males éticos de primer orden la tortura, la traición, la doblez o simplemente la falta de amistad (o de generosidad). La mentira puede tener un significado ético cuando mediante ella logramos salvar una vida o aliviar una enfermedad. La desatención hacia el propio cuerpo, el descuido relativo a nuestra salud, es también un delito ético, por lo que tiene de falta de firmeza. La medicina es una actividad que marcha paralelamente al curso de las virtudes éticas. Podría decirse que la ética es a la medicina lo que la moral es a la política

http://www.filosofia.org/filomat/df472.htm


IV. Ética en la administración

4.1 Código de ética del administrador.
El Administrador de Empresas tiene el deber de hacer su trabajo al máximo de su capacidad. No puede desempeñarse mediocremente de manera intencional.
Como ente social y moral, el administrador debe anteponer su formación y valores morales a sus acciones en la empresa.
El administrador debe anteponer el bienestar de la empresa a las cuestiones personales, ya sean propias, de colegas o subalternos.
El administrador tiene el deber de mantener en secreto las informaciones que, de ser reveladas, perjudicarían a la empresa.
El administrador tiene el deber de hacerse responsable ante los clientes y la sociedad por las acciones que dirige dentro de la empresa.
El administrador como ente moderador entre las partes de la empresa no puede tomar actitudes que lo lleven a parcializarse con alguna de las partes (amistad, relaciones externas).
El administrador tiene el derecho de prohibir dentro de la empresa comportamientos y acciones que atenten contra la moral y las buenas costumbres o el desempeño de la empresa.
El administrador debe exhibir una conducta ejemplar, tanto frente a sus subalternos como a sus superiores, así como dentro y fuera de la empresa.
El administrador debe anteponer el bienestar social al de la empresa en todo momento.
En caso del manejo financiero, el administrador tiene la obligación tanto moral como legal de no hacer uso indebido de los fondos de la empresa.
El administrador debe evitar cualquier tipo de discusiones personales en el ambiente laboral, creando las condiciones óptimas dentro del clima organizacional.
El administrador tiene el derecho y el deber de protestar en caso de que considere que sus superiores han tomado una decisión errónea que vaya a perjudicar el funcionamiento de la empresa.
El administrador tiene el deber de denunciar cualquier acción incorrecta que se produzca en su sitio de trabajo.
El administrador debe respetar las ideas de sus colegas o subalternos y tomarlas en cuenta en caso que pudiesen beneficiar la empresa.
Del mismo modo, el administrador no puede apropiarse de acciones o ideas de sus colegas o subalternos y darle el crédito que se merece el responsable de las mismas.
El administrador de empresas tiene el deber de seguir los lineamientos de dirección de la empresa impuesto por sus superiores.
Al dar un servicio u ofrecer un producto debe garantizar la satisfacción del cliente.
Decálogo de Ética del Administrador
I.Consultará con los propietarios la elaboración de normas adecuadas de transparencia administrativa que incluyan el procedimiento para atribuir la realización de gastos, el pago bancario de expensas, etc., las cuales serán debatidas y consagradas por simple mayoría de los presentes en la primera asamblea que convoque, sea ordinaria o extraordinaria
II.Se apartará de su cargo cuando tenga la certeza de que más de la mitad de los propietarios del Consorcio que administra le ha retirado su confianza
III.Procurará en toda convocatoria a asamblea que la notificación a los propietarios sea fehaciente. En cada asamblea que se celebre, como primer punto del orden del día, luego de las formalidades de estilo, presentará a todo nuevo morador del edificio y a su familia, así sea propietario, inquilino o mero ocupante legítimo
IV.Llevará una lista permanentemente actualizada de la identidad y domicilio de los propietarios integrantes del Consorcio, exigiéndoles una copia simple del título de propiedad que los acredite como tales. En caso de negativa de alguno de ellos, deberá tramitar a su costa el correspondiente informe de dominio. También exigirá de los propietarios declarar la identidad de los moradores de sus respectivas unidades
V.Invitará como oyentes sin voto a aquellos moradores del edificio que sufragan por los propietarios las expensas comunes, cuando se traten temas relativos a la administración y buen gobierno del Consorcio
VI.Anualmente rendirá cuentas de su gestión, poniendo a disposición de los propietarios y/o los profesionales que ellos designen, toda la documentación respaldatoria de la misma a efectos de su examen, con no menos de quince días de antelación a la asamblea respectiva
VII.Fomentará el conocimiento mutuo de los propietarios, pudiendo a tal fin organizar encuentros y reuniones informales por motivos solidarios o de buena vecindad
VIII.Deberá proveer, en la medida en que lo permitan sus posibilidades, un local adecuado y digno para la celebración de las asambleas
IX.En ningún caso y salvo expresa comisión de la asamblea realizará préstamos al Consorcio que administra
X.En ningún caso ejercerá la administración particular de alguno de los propietarios integrantes del consorcio que administra.
http://www.monografias.com/trabajos46/etica-contador/etica-contador2.shtml

4.2 Principios éticos.

4.2.1 Esfuerzo

Coadyuvar con el cumplimiento de las metas sociales, políticas y humanísticas que aseguren a la comunidad nacional su plena libertad y dignidad

http://www.monografias.com/trabajos46/etica-contador/etica-contador2.shtml

4.2.2 Corresponsabilidad

Los administradores son lideras de la organización y por ello deben activar la interacción entre los propios miembros es generador del beneficio social.

http://www.monografias.com/trabajos46/etica-contador/etica-contador2.shtml


4.2.3 Calidad

El Administrador de Empresas tiene el deber de hacer su trabajo al máximo de su capacidad. No puede desempeñarse mediocremente de manera intencional.

http://www.monografias.com/trabajos46/etica-contador/etica-contador2.shtml

4.2.4 Servicio

Es lo mas importante para ofertar nuestros insumos, la calidad en el servicio es una herramienta para mejorar nuestra posición dentro de la sociedad , requiere análisis de sus miembros para elaborar planes.
http://www.monografias.com/trabajos46/etica-contador/etica-contador2.shtml

4.2.5 Responsabilidad

El administrador tiene el deber de hacerse responsable ante los clientes y la sociedad por las acciones que dirige dentro de la empresa.
http://www.monografias.com/trabajos46/etica-contador/etica-contador2.shtml



4.2.6 excelencia

El administrador tiene la obligación de prestar sus servicios con la mayor calidad posible buscando siempre la mejora continua de sus propias habilidades y las capacidades de sus subordinados
http://www.monografias.com/trabajos46/etica-contador/etica-contador2.shtml

4.3 Perfil ideal del licenciado en administración de negocios.

¿Cuál debe ser el perfil profesional del administrador en estos tiempos de la llamada nueva economía y de la globalización?
¿es posible un perfil del profesional en administración a nivel latinoamericano o no lo creemos necesario? ¿nos evitamos problemas y simplemente lo transcribimos de un college norteamericano? Ha pasado mucho tiempo desde mi época de estudiante universitario, el perfil de ese entonces ha sufrido cambios de conformidad al contexto en que vivimos.
La labor docente, profesional, de investigación y la obtención de nuevos conocimientos me permite atreverme a proponer el siguiente perfil: 1. El Licenciado en Administración debe ser un profesional universitario preparado de manera integral con una sólida formación humanística, científica y tecnológica, con una visión multidisciplinaria del proceso administrativo, es decir, hábil en el campo de la Planificación, la Organización, la Dirección y el Control, especialista en coordinar los esfuerzos humanos y materiales para el logro de los objetivos institucionales, empresariales y nacionales. 2. Debe poseer una mentalidad analítica, reflexiva, crítica, creadora, orientadora y con una capacidad promotora que le permita tener activa y protagónica participación en el desarrollo económico y social, que sea capaz de interpretar las estructuras históricas, económicas, sociales y políticas del país para captar racionalmente su realidad, adoptando una posición científica frente a éstas diversas problemáticas, proporcionando alternativas de solución y participando activamente en el desarrollo de dichas alternativas. 3. El profesional en Management debe ser capaz de promover y desarrollar diversos tipos de organización, desde micro a gran empresa, pública o privada, las gestiona eficientemente ante ambientes inestables y turbulentos, por lo tanto, es un agente de cambio e innovación al haber adquirido habilidades para percibir y diagnosticar situaciones.
http://www.gestiopolis.com/Canales4/rrhh/perfilpro.htm

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